Buzos tácticos: el testimonio olvidado sobre las Malvinas


Dice Pablo Javier Melara que Malvinas es un tema incómodo para los historiadores, no obstante lo cual lo eligió para sus trabajos de investigación, como el que presentó este año en el Congreso de Historia Regional y el que llevó días atrás al Congreso Nacional de Historia desarrollado en la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza.
En este último informe, Melara se ocupa de la participación que tuvo en el conflicto bélico con Gran Bretaña de 1982 la agrupación de Buzos Tácticos de la Armada Argentina, que tiene su asiento en la Base Naval Mar del Plata.
Este historiador de la Universidad Nacional de Mar del Plata estima que los "tácticos" y sus relatos sobre la guerra del Atlántico Sur están prácticamente ausentes en las crónicas sobre el acontecimiento, por lo que él se impuso la tarea de rescatarlos, no sólo mediante la indagación en los documentos escritos, sino también recogiendo personalmente el testimonio oral de la mayoría de los 11 buzos tácticos que fueron enviados a la defensa de Puerto Argentino.
Ya en su destino, esta fuerza especial de la Marina recibió la misión de proteger el puerto y los barcos allí fondeados, cumpliendo con una vigilancia "antibuzo", en la posibilidad de que similares efectivos ingleses pudieran realizar incursiones de ataque contra las instalaciones del apostadero o contra los barcos argentinos que se encargaban del traslado de material y pertrechos como del patrullado del archipiélago.
La misma hipótesis determinó que realizaran actividades nocturnas, es decir en las horas que podrían elegir las fuerzas enemigas para el minado de algún barco.
Del relato de Melara sobresale el contraste entre un cuerpo especial como el que es objeto de su observación (capacitado y entrenado, con una misión definida), con la mayor parte de las tropas, jóvenes reclutas con poco o ningún adiestramiento para el combate, que el absurdo de la guerra y la impericia de sus comandantes depositó sobre el suelo malvinense.

Sin alimentos, reservas y movilidad

"Había escasez de municiones, pocos cañones pesados, escasez de alimento, no había reservas ni movilidad", afirma el historiador y agrega: "los buzos tácticos al estar en la zona del puerto vivieron una guerra diferente. Estuvieron permanentemente en movimiento, ya sea en tareas de vigilancia u otras misiones. No sufrieron falta de abrigo ni de alimentación. Estas diferencias fundamentales entre una manera y otra de vivir la guerra, la podemos encontrar en el recuerdo de Hugo Abat:
"...Y cuando venían los camiones del Ejército a buscar los víveres al muelle venían los colimbas...que eran una hilacha no dabas ni dos pesos por los pibes, no tienían fuerza ni para agarrar la caja de carne. Así que sacábamos...teníamos una olla de 50 libros, la sacábamos al muelle y venían los pibes con el jarrito, con ese famoso jarrito que te quemabas hasta...la nariz y tomaban chocolate. Nosotros lo sacábamos ahí, tipo pozo logístico, y después los colimbas se peleaban por venir, después sobraban los voluntarios para venir a descargar víveres, porque sabían que siempre ligaban algo. Es una forma de colaborar con algo, en un momento que no teníamos nada asignado para hacer".
Los buzos ofrecen varios testimonios de este tipo. Dolorosos, casi todos, y reveladores sobre la improvisación, el maltrato y hasta el abandono al que fueron sometidos los soldados en las islas.

El peor momento

Al respecto, y refiriéndose a las jornadas después de la rendición y en las que el grupo de buzos tácticos permanecía en el aeropuerto junto al resto de los prisioneros, aunque siempre unido y prácticamente valiéndose por sí mismo, el buzo táctico Alberto Papasiero, Según se refiere en el libro "Los buzos del puerto de Mar del Plata", de Verónica Iñurrieta, recordó: "vino un helicóptero volando...me llamó la atención lo que llevaba colgando...hasta que pasó casi por encima mío...era una red..de ahí salían bracitos, piernitas...eran soldados argentinos que los ingleses estaban juntando muertos, y los trasladaban no sé a algún cementerio. Eran 15 ó 20 pibitos colegados ahí. Ese fue para mí el peor momento".

El regreso a la Argentina del grupo fue en el buque hospital ARA Bahía Paraíso de la Armada Argentina al que accedieron porque se hicieron pasar por heridos, ya que, de no ser así, los hubieran llevado a buques ingleses.
Después vendría el regreso a la noche y a escondidas hasta la Base Naval Mar del Plata a la que llegaron el Día del Padre. "El recibimiento fue muy frío. Nos alojaron en la Base Naval y no nos dejaron salir mientras un oficial de inteligencia nos tomara declaración", señaló el buzo Ramón Mendieta.
En los párrafos de conclusión, Melara manifiesta: "el ocultamiento y el silencio que propagaron el régimen militar primero y los gobiernos democráticos después irrumpen en la reconstrucción de los acontecimientos sobre el final de la guerra de Malvinas. Llamatívamente la Armada Argentina también olvidó a muchos de sus veteranos. El interés por las historias de vida de este grupo de buzos tácticos se hace evidente ya que sus voces no han sido tenidas en cuenta en las diferentes memorias de guerra que se construyeron a partir de 1982".

Fuerza de elite

En uno de los tradicionales órganos de difusión sobre la Armada Argentina, La Gaceta Marina, los buzos tácticos son citados como una fuerza de elite, y como la primera unidad de operaciones especiales del país y Sudamérica. "Tienen una vasta historia de misiones desde su creación, el 17 de noviembre de 1952", señala la misma publicación, y de tales misiones destaca el desembarco en 1982 en las Islas Malvinas durante la denominada "Operación Rosario", y su reciente participación en el sofocamiento del incendio a bordo del Rompehielos ARA "Almirante Irízar".

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es interesante el informe de este joven historiador ya que nos proporciona una mirada diferente de lo que fue malvinas, pero sobre todo quisiera resaltar el respeto hacia a los entrevistados,los buzos, ya que no solo rescata las vivencias de este grupo objetivamente sino que tambien da vida a estos heroes que han quedado en el olvido.

Carlos Enrique Cartolano dijo...

Valiosos testimonios. Aquí, en Mar del Plata, están juzgando ahora al jefe de los buzos tácticos en épocas de la dictadura militat (Pertusio). Coincido en que los jefes deformaron y diluyeron cualquier posible sacrificio patriótico.

carlos dijo...

Muy interesante la nota. Siempre es bueno descubrir y conocer historias de gente que hizo algo por nuestro pais y tuvo un heroico trabajo. Yo tenia 9 años por esa epoca, pero jamas me olvido de aquellos q dieron su vida o participaron de una u otra forma.

Anónimo dijo...

gracias por trabajar para que se conozca la historia y sus protagonistas, que fueron y siguen siendo injustamente olvidados.

Anónimo dijo...

gracias por trabajar para que se conozca la historia y sus protagonistas, que fueron y siguen siendo injustamente olvidados.

Anónimo dijo...

El juicio a los comandantes de los buzos tácticos durante la dictadura es una payasada y no hace mas que ensuciar a esta gloriosa agrupación, el edificio donde dicen haber estado secuestrados paso a pertenecer a los buzos en el 82, antes dependía de la base. Verdad y justicia para todos!