Mar del Plata en la crisis del 30

(nota II de III)
por Elisa Pastoriza

También se dieron los primeros ensayos de funcionamiento de las Colonias de Vacaciones una de ellas la organizada por el Consejo Nacional de Educación. Completando esta labor, el Concejo Deliberante aprueba -en 1938- un empréstito de M$N 2.000.000 (Ley 4017) con el que se proyecta un nuevo Edificio Municipal, el Campo Municipal del Deportes, el Parque San Martín, un campo municipal de aviación, un Matadero Municipal, el camino al Faro, la ampliación de las obras sanitarias -provisión de aguas corrientes, cloacas y desagües pluviales- y la llegada de agua potable a la barriada del puerto. Estas obras fueron concretadas con el apoyo de la provincia.
El proyecto armonizó la trilogía 'caminos', 'urbanización de ciudades' y 'urbanización de playas y costas'. Con un costo estimado en 30 millones, comprendió obras como las del Complejo Casino y el Hotel Provincial, la urbanización de Playa Bristol y Playa Grande.

El proceso de expansión carretera fue tomado como importante intento- junto al Estado nacional- por recomponer la crisis operada en modelo agro-exportador tradicional. En 1930 se plantea el debate sobre el impuesto a la nafta -a propuesta de la provincia de Buenos Aires- cuya concreción junto a la sanción de la Ley de Vialidad Nacional (1932), motorizaron un plan vial mediante el cual la construcción de caminos alcanzó un ritmo no superado en las cuatro décadas siguientes. En la provincia la estrategia caminera estuvo asentada en tres premisas: acceso a la red vial entonces construida o proyectada, acceso a los puertos y zonas de producción y acceso a las playas y lugares de turismo. Se contemplan los caminos ribereños entre el Torreón del Monje y Cabo Corrientes, el trazado del a Balcarce y Necochea, la ruta de la Costa, el Paseo Costanero del Sud MDP-Miramar y la creación de parques, balnearios y zonas de reserva para el uso público, mediante expropiación y convenios para la ejecución de obras. Se daba carta blanca a la gobernación para disponer de los recursos establecidos en las patentes de las salas de entretenimiento y otras concesiones autorizándolo para contratar empresas con licitación o sin ella. El acontecimiento 'vial por excelencia' de la gestión fresquista, fue la inauguración del tramo pavimentado Dolores-Mar del Plata de la Ruta Dos (3-10-1938), reconocido desde la propaganda conservadora, como el de 'mayor logro'.

Las urbanizaciones conservadoras: Playa Grande y Playa Bristol

El complejo Playa Grande fue el punto inicial del ordenamiento urbano en las playas. Enhebraba seis edificios balnearios paralelos al mar, una pileta de natación con cabida para mil bañistas, un edificio de restaurante, el Normandie, acorde con el estilo arquitectónico de los Clubes Ocean, Yacht y Golf. Se aspiraba ampliar los servicios a los consumidores con los locales para los comercios y las playas de estacionamiento cubiertas entre dos caminos en distinto nivel que desembocaban en el Boulevard Marítimo. Las ondulaciones y pendientes del terreno son atravesadas por escaleras y ramblas realizadas en piedra. También alcanzó a Cabo Corrientes, las estribaciones rocosas internadas en el mar, donde, mediante el desmonte en piedra, se delineó un camino serpenteante que permitía la entrada a uno de los paseos hasta el presente más hermosos del balneario, enlazando las playas Grande y Chica con la de los Ingleses (hoy Varese), hasta el Torreón del Monje y conectado al Boulevard Marítimo. Completaron el diseño del Parque San Martín, un espacio verde que cubrió un manto natural de rocas desplazadas hacia el mar.

La construcción del complejo Bristol-Casino-Hotel y sus adyacencias, sobre los terrenos ocupados por el Paseo General Paz y la Rambla Bristol fue el segundo momento del ambicioso plan encarado por la gobernación. Alejandro Bustillo, el arquitecto de la propuesta y hermano de José María, el Ministro de Obras Públicas de Manuel Fresco, se inclinó por dos macizos edificios separados por una cuadrada plaza seca, en un intento de presentar en el centro de la ciudad una sólida organización física, perenne y estable. Al mismo tiempo el municipio fijó normativas que armonizaban los rasgos externos de los edificios que rodeaban el complejo y reglamentaba, a fin de propender a la homogeneización, las fachadas de las edificaciones en la ciudad. Estas transformaciones en los urbano congeniaron con un proceso arquitectónico signado por la aparición del chalets de piedra con techo a dos aguas de tejas rojas con un pequeño jardín o cantero, apodado el 'estilo Mar del Plata'.

De esta forma, la provincia esperaba encontrarse con ingresos de apreciable valor. Las dependencias comprendían 400 departamentos del hotel, 40 locales para negocios, teatro-cine con dos mil localidades, treinta departamentos en las dependencias del Casino, restaurantes, balnearios con 800 casillas, locales para clubes deportivos, playas subterráneas de estacionamiento que, junto a las salas de entretenimiento, proporcionarían grandes ganancias.

Sin lugar a dudas la gran audacia del plan fue la demolición de los núcleos del 'veraneo aristocrático': el Paseo General Paz, y la Rambla Bristol diseñados por los prestigiosos profesionales Carlos Thays y arq. Jamin , de efímera vida, apenas veintisiete años! Poco después también caía el otro símbolo de aquella primera imagen, el Hotel Bristol, en 1945. Como testimonios del viejo mundo solamente quedaron el Club Mar del Plata (arrasado por el fuego en los sesenta) y el Torreón del Monje.

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