por María Estela Spinelli
Mientras el diálogo político convocado por el gobierno de Cristina Kirchner se sigue desarrollando en nuestro tiempo, retomamos nuestra mirada retrospectiva sobre otros diálogos políticos en la Argentina contemporánea. En esta entrega, el llamado al diálogo político de Balbín y Mor Roig en 1963 que se llamó "Asamblea de la Civilidad".
Habíamos comenzado explicando el frustrado diálogo a la caída del peronismo, cuando el presidente Perón convocó a la conciliación, luego retomamos, con otros actores, ya durante el gobierno de facto de la llamada "revolución libertadora", el acuerdo básico de los partidos, de excluir al peronismo de la legalidad política. Así fueron profundizándose las condiciones de una inestabilidad política que involucró al conjunto de los partidos, de las fuerzas armadas y de la sociedad toda.
El contexto del siguiente diálogo, convocado a comienzos de 1963 por dirigentes de la entonces llamada UCRP, fue en el momento más agudo de la crisis de autoridad político-militar en la Argentina. Había sido derrocado Arturo Frondizi de la presidencia en 1962 y asumido el Dr. José María Guido. Esta gestión fue escenario del choque militar entre "Azules y Colorados", que dejó un saldo de muertos, numerosos destrozos e importantes pérdidas materiales, el tema del conflicto, ¿cómo y hasta cuándo mantener la proscripción del peronismo?.
Si comparamos esta instancia, con los diálogos políticos antes analizados, se registra como novedad que no es convocado por el Poder Ejecutivo. Los líderes del radicalismo del pueblo Ricardo Balbín y Arturo Mor Roig, adversarios declarados del ex presidente Frondizi, ante la agudeza de la crisis y la certeza de la salida electoral que había asegurado el triunfo de los Azules, promovieron una convocatoria amplia a los partidos tratando de lograr un respaldo civil sólido al próximo gobierno constitucional, lo llamaron La Asamblea de la Civilidad y tenía como novedad la presencia del peronismo en el ámbito de debate, junto a representantes de los otros partidos, UCRI, Democracia Cristiana, Democracia Progresista, Socialistas Argentinos, Conservadores Populares.
El resultado de ese diálogo fue un documento que se llamó Acta de Coincidencia Nacional, cuyo valor en la coyuntura fue más simbólico que concreto, defendió el sistema político democrático, la igualdad de las agrupaciones políticas y la libertad de sufragio, entre otros principios. Los acontecimientos políticos subsiguientes que culminaron en el derrocamiento del presidente Arturo Illia, en 1966, dejaron al desnudo la vacuidad de este diálogo.
Este hecho poco conocido de la historia política contemporánea de la Argentina, fue considerado posteriormente, desde la tradición radical, el primer antecedente de la reconciliación política de peronistas y antiperonistas, que maduró años más tarde, en 1971 en La Hora del Pueblo.
Mientras el diálogo político convocado por el gobierno de Cristina Kirchner se sigue desarrollando en nuestro tiempo, retomamos nuestra mirada retrospectiva sobre otros diálogos políticos en la Argentina contemporánea. En esta entrega, el llamado al diálogo político de Balbín y Mor Roig en 1963 que se llamó "Asamblea de la Civilidad".
Habíamos comenzado explicando el frustrado diálogo a la caída del peronismo, cuando el presidente Perón convocó a la conciliación, luego retomamos, con otros actores, ya durante el gobierno de facto de la llamada "revolución libertadora", el acuerdo básico de los partidos, de excluir al peronismo de la legalidad política. Así fueron profundizándose las condiciones de una inestabilidad política que involucró al conjunto de los partidos, de las fuerzas armadas y de la sociedad toda.
El contexto del siguiente diálogo, convocado a comienzos de 1963 por dirigentes de la entonces llamada UCRP, fue en el momento más agudo de la crisis de autoridad político-militar en la Argentina. Había sido derrocado Arturo Frondizi de la presidencia en 1962 y asumido el Dr. José María Guido. Esta gestión fue escenario del choque militar entre "Azules y Colorados", que dejó un saldo de muertos, numerosos destrozos e importantes pérdidas materiales, el tema del conflicto, ¿cómo y hasta cuándo mantener la proscripción del peronismo?.
Si comparamos esta instancia, con los diálogos políticos antes analizados, se registra como novedad que no es convocado por el Poder Ejecutivo. Los líderes del radicalismo del pueblo Ricardo Balbín y Arturo Mor Roig, adversarios declarados del ex presidente Frondizi, ante la agudeza de la crisis y la certeza de la salida electoral que había asegurado el triunfo de los Azules, promovieron una convocatoria amplia a los partidos tratando de lograr un respaldo civil sólido al próximo gobierno constitucional, lo llamaron La Asamblea de la Civilidad y tenía como novedad la presencia del peronismo en el ámbito de debate, junto a representantes de los otros partidos, UCRI, Democracia Cristiana, Democracia Progresista, Socialistas Argentinos, Conservadores Populares.
El resultado de ese diálogo fue un documento que se llamó Acta de Coincidencia Nacional, cuyo valor en la coyuntura fue más simbólico que concreto, defendió el sistema político democrático, la igualdad de las agrupaciones políticas y la libertad de sufragio, entre otros principios. Los acontecimientos políticos subsiguientes que culminaron en el derrocamiento del presidente Arturo Illia, en 1966, dejaron al desnudo la vacuidad de este diálogo.
Este hecho poco conocido de la historia política contemporánea de la Argentina, fue considerado posteriormente, desde la tradición radical, el primer antecedente de la reconciliación política de peronistas y antiperonistas, que maduró años más tarde, en 1971 en La Hora del Pueblo.
El asesinato de Mor Roig
Arturo Mor Roig, gestor junto a Ricardo Balbín de la etapa de diálogo político llamada "Asamblea de la Civilidad", en 1963, fue asesinado por un comando terrorista el 15 de julio de 1974. Mor Roig se había desempeñado como ministro del Interior del presidente de facto Alejandro Lanusse. Ese 15 de julio y mientras comía junto a otras tres personas en un restaurante de Haedo, Gran Buenos Aires, dos jóvenes que ocupaban una mesa cercana se levantaron, se dirigieron hacia él y le dispararon con sus pistolas. A la vez otros dos terroristas, portando escopetas de caño recortado, ingresaron al restaurante y siguieron disparando contra Mor Roig, cuyo cuerpo recibió un total de 32 orificios de bala, según precisó la autopsia. En esas jornadas de gran conmoción por el asesinato, y de duelo nacional decretado por el Poder Ejecutivo, la policía mató a un probable implicado --Guillermo Rubén Pérez, considerado en ese momento el número tres del ERP, después de Roberto Santucho y Enrique Gorriarán Merlo-- y detuvo a otros dos. Días después, sin embargo, el hecho se lo atribuyó Montoneros con algunas pintadas y cánticos. La actuación de Arturo Mor Roig en otra etapa del diálogo político, ya en los 70, cuando aparecieron los proyectos del Gran Acuerdo Nacional por parte de Lanusse y La Hora del Pueblo, concebido por radicales y peronistas, será analizada en una próxima entrega de esta serie de Nuestra Historia sobre "el diálogo político en la historia contemporánea de la Argentina".
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