Concluye la serie con Ricardo Alfonsín recordando la presidencia de su padre Raúl (1983-1989). En esta última entrega, el actual diputado nacional evoca las presiones internacionales hacia el neoliberalismo, la hiperinflación y el Pacto de Olivos.
---La presión internacional para alinear al país en el neoliberalismo ¿ya se daba con su padre?
---Claro...porque ya estaba gobernando el neoliberalismo en el mundo. Estaba la Thatcher en Inglaterra, Reagan en los Estados Unidos. Había empezado el acoso respecto de la dictadura militar en la Argentina, que
después como concepción política siguió en la década del 90 con el gobierno de Pinochet. Luego todo habría de conocerse como el Consenso de Washington. A nosotros nos presionaban y bueno...resistimos. Y en lugar de
encontrar un acompañamiento en ese momento de la oposición, y quizás por inmadurez, no fuimos capaces de trabajar en conjunto contra todas esas presiones. Y así en la década del 90 hicieron todo lo que ya conocemos. Y
con el acompañamiento de muchos de los que hoy están en el gobierno.
---En el final de la gestión de su padre, se desencadenó la hiperinflacion, ¿cuánto hubo de errores propios en ese desenlace?
---Es muy posible. Era muy dificil en ese momento porque teniamos que evitar decisiones que pudieran representar un ordenamiento de la economia y que afectaran a los sectores que más expectativa habian puesto en la
recuperacion de la democracia. El objetivo central era ese: terminar definitivamente con las dictaduras, pero ademas tenia un costado instrumental porque pensabamos que recuperado para el pueblo de derecho de elegir y ser elegido podriamos avanzar hacia la construccion de una
sociedad mas justa y mas equitativa. Y en esto en la Argentina, hoy, existe todavia una deuda extraordinaria. No pudimos progresar. Que cada uno haga su propia interpretacion acerca de quienes son los principales
responsables con esta deuda. Lo cierto es que no hemos podido avanzar en ese sentido. Pero claro, todos los gobiernos cometen errores. Todos los
gobiernos tienen aciertos. Hay que terminar que esa actitud fundacional, inaugural, que el gobierno que llega creo que con el empieza la historia y antes que él, nada ocurrió, nada debe ser destacado o rescatado. La politica de Derechos Humanos parece que hubiera empezado en el 2003. En
aquella ocasion, en 1983, disputaban dos partidos: uno decía que no se podía hacer nada (ndr: por el Partido Justicialista) y el otro decía que había que juzgar a los principales responsables. Y en ese momento era
mucho mas dificil porque todavía quienes nos habían estado gobernando, hasta 24 horas antes, estaban en los cuarteles, con los tanques y con los Mauser apuntando al corazon de la democracia. Y tuvimos muchos problemas.
Gracias a Dios, en ésto el Justicialismo actuó bien y nos acompañó en episodios como el de los Carapintadas. Era una Argentina incomparablemente mas compleja que la Argentina actual, incluso que la que existió despues
del 2001. En este caso hubo problemas económicos pero, en ese 2001 y después, nunca estuvo en juego la democracia, no se habló nunca de un
golpe militar. No había que resolver tras ese 2001 problemas de terrorismo de Estado, ni habia que resolver conflictos con Chile. La economía mundial
crecía en lugar de que como nos ocurrio a nosotros, que estaba en recesion. En fin: en 2001 hubo un contexto mucho más fácil de superar.
---Hoy, usted, sigue creyendo como lo hacía su padre de que la Argentina debe convertirse en una república legislativa.
---Es cierto: el pensaba en un régimen parlamentario. Yo sigo pensando que para países como los latinoamericanos es necesario y más propicio para lograr niveles
de convivencia politica de que nos faciliten un conjunto de soluciones, el regimen parlamentario. Si, Raul Alfonsin lo propuso pero el justicialismo se opuso y nos hizo una concesion en el Jefe de Gabinete que es una cosa
intermedia. No creo que sea éste el momento para discutirlo.
---Finalmente, ¿cuál es su opinión sobre el Pacto de Olivos y el rol que tuvo su padre en él?
---Yo al Pacto de Olivos lo reivindico. La Constitución salía igual, y hubiera sido una constitución que no hubiera estado legitimada. La mitad de los argentinos se hubieran opuesto pero hubieran seguramente ganado el plebiscito y hubieran modificado por su lado la constitución y entonces
nos hubieramos encontrado en una situación muy difícil. ¿Qué hubiéramos hecho los que hubieramos creído que esa Constitución no era legítima? ¿Teníamos que desconocer la legitimidad de quienes ejercían el poder? Esos fueron tiempos, insisto, muy difíciles, pero creo que se van a
empezar a valorar de manera creciente aquellas dificultades que tuvimos que enfrentar y en la misma medida se valorará lo que se hizo en esos años.
---La presión internacional para alinear al país en el neoliberalismo ¿ya se daba con su padre?
---Claro...porque ya estaba gobernando el neoliberalismo en el mundo. Estaba la Thatcher en Inglaterra, Reagan en los Estados Unidos. Había empezado el acoso respecto de la dictadura militar en la Argentina, que
después como concepción política siguió en la década del 90 con el gobierno de Pinochet. Luego todo habría de conocerse como el Consenso de Washington. A nosotros nos presionaban y bueno...resistimos. Y en lugar de
encontrar un acompañamiento en ese momento de la oposición, y quizás por inmadurez, no fuimos capaces de trabajar en conjunto contra todas esas presiones. Y así en la década del 90 hicieron todo lo que ya conocemos. Y
con el acompañamiento de muchos de los que hoy están en el gobierno.
---En el final de la gestión de su padre, se desencadenó la hiperinflacion, ¿cuánto hubo de errores propios en ese desenlace?
---Es muy posible. Era muy dificil en ese momento porque teniamos que evitar decisiones que pudieran representar un ordenamiento de la economia y que afectaran a los sectores que más expectativa habian puesto en la
recuperacion de la democracia. El objetivo central era ese: terminar definitivamente con las dictaduras, pero ademas tenia un costado instrumental porque pensabamos que recuperado para el pueblo de derecho de elegir y ser elegido podriamos avanzar hacia la construccion de una
sociedad mas justa y mas equitativa. Y en esto en la Argentina, hoy, existe todavia una deuda extraordinaria. No pudimos progresar. Que cada uno haga su propia interpretacion acerca de quienes son los principales
responsables con esta deuda. Lo cierto es que no hemos podido avanzar en ese sentido. Pero claro, todos los gobiernos cometen errores. Todos los
gobiernos tienen aciertos. Hay que terminar que esa actitud fundacional, inaugural, que el gobierno que llega creo que con el empieza la historia y antes que él, nada ocurrió, nada debe ser destacado o rescatado. La politica de Derechos Humanos parece que hubiera empezado en el 2003. En
aquella ocasion, en 1983, disputaban dos partidos: uno decía que no se podía hacer nada (ndr: por el Partido Justicialista) y el otro decía que había que juzgar a los principales responsables. Y en ese momento era
mucho mas dificil porque todavía quienes nos habían estado gobernando, hasta 24 horas antes, estaban en los cuarteles, con los tanques y con los Mauser apuntando al corazon de la democracia. Y tuvimos muchos problemas.
Gracias a Dios, en ésto el Justicialismo actuó bien y nos acompañó en episodios como el de los Carapintadas. Era una Argentina incomparablemente mas compleja que la Argentina actual, incluso que la que existió despues
del 2001. En este caso hubo problemas económicos pero, en ese 2001 y después, nunca estuvo en juego la democracia, no se habló nunca de un
golpe militar. No había que resolver tras ese 2001 problemas de terrorismo de Estado, ni habia que resolver conflictos con Chile. La economía mundial
crecía en lugar de que como nos ocurrio a nosotros, que estaba en recesion. En fin: en 2001 hubo un contexto mucho más fácil de superar.
---Hoy, usted, sigue creyendo como lo hacía su padre de que la Argentina debe convertirse en una república legislativa.
---Es cierto: el pensaba en un régimen parlamentario. Yo sigo pensando que para países como los latinoamericanos es necesario y más propicio para lograr niveles
de convivencia politica de que nos faciliten un conjunto de soluciones, el regimen parlamentario. Si, Raul Alfonsin lo propuso pero el justicialismo se opuso y nos hizo una concesion en el Jefe de Gabinete que es una cosa
intermedia. No creo que sea éste el momento para discutirlo.
---Finalmente, ¿cuál es su opinión sobre el Pacto de Olivos y el rol que tuvo su padre en él?
---Yo al Pacto de Olivos lo reivindico. La Constitución salía igual, y hubiera sido una constitución que no hubiera estado legitimada. La mitad de los argentinos se hubieran opuesto pero hubieran seguramente ganado el plebiscito y hubieran modificado por su lado la constitución y entonces
nos hubieramos encontrado en una situación muy difícil. ¿Qué hubiéramos hecho los que hubieramos creído que esa Constitución no era legítima? ¿Teníamos que desconocer la legitimidad de quienes ejercían el poder? Esos fueron tiempos, insisto, muy difíciles, pero creo que se van a
empezar a valorar de manera creciente aquellas dificultades que tuvimos que enfrentar y en la misma medida se valorará lo que se hizo en esos años.
2 comentarios:
Es todo cierto lo que dice EL SEÑOR RAUL ALFONSIN lastima que muchos se olvidan los momentos dificiles de esa epoca...producidos x muchos que ahora se hacen los distraidos y estan en el gobierno. El señor Raul me gusta como presidente UN VIEJO MILITANTE
todos los gobiernos cometen errores, si UCR PRO socialistas cometen errores, la gente los entierra políticamente; si el PJ los comete, la gente los vuelve a votar una y otra vez. Recordar 1973-76
Publicar un comentario