por Martín Kobse
Desde Librería Fray Mocho
En el décimo volumen de la ya clásica colección de historia argentina de Editorial Paidós, dirigida por Tulio Halperin Donghi, Marcos Novaro revisa lo sucedido en el país entre 1983 y 2001. La evocación de lo acontecido en los gobiernos de Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando De la Rúa permite arribar, desde la mirada del autor, a la tesis de que en esos dieciocho años la economía doblegó a la política.
Así lo señala Halperin Donghi en el prólogo de “Argentina en el fin de siglo”, título del décimo volumen de una colección que surgiera como proyecto de Editorial Eudeba en 1965, pero que quedara trunco debido a la instauración de la llamada Revolución Argentina un año después. El proyecto apuntaba a crear una versión de la historia del país realizada por los jóvenes historiadores que habían surgido en las universidades nacionales en, tal vez, uno de sus mejores momentos.
Los primeros siete tomos fueron publicados por Paidós en 1972. El octavo estuvo a cargo de Liliana de Riz, dedicado a los diez años transcurridos entre el golpe de Juan Carlos Onganía y el de Jorge Videla. El noveno incluyó el período de la última dictadura militar, y fue producido por Marcos Novaro y Vicente Palermo. Y es en la elección de estos dos autores –el primero también a cargo del libro en cuestión- donde puede encontrarse una particularidad para subrayar: Novaro y Palermo no son historiadores, aunque sí tienen vastas trayectorias en ciencias sociales.
Sin duda, su elección obedece al criterio predominante de que la Historia debe conectarse con las otras ciencias sociales para nutrirse y construir terrenos de trabajo comunes. En el ya mencionado prólogo de “Argentina en el fin de siglo”, Halperin Donghi destaca que tanto Palermo como Novaro no son historiadores; sin embargo, concluye el tal vez más reconocido historiador argentino, “lograron una admirable obra de historia”, con relación al volumen que estudia el período de 1976 a 1983.
En el tomo décimo, Novaro se detiene a analizar la preponderancia que en la década del ’90 tuvo la Ley de Convertibilidad: “…puede decirse que había llegado a ser incluso equivalente a la misma Constitución”. Y termina intentando desentrañar los reposicionamientos del peronismo, alcanzando a los primeros pasos del gobierno de Eduardo Duhalde después de la crisis de 2001.
“Argentina en el fin de siglo” constituye, además del cierre de una colección ya emblemática, un emprendimiento arriesgado debido a que la mayoría de sus lectores ha sido testigo de los períodos incluidos.
Desde Librería Fray Mocho
En el décimo volumen de la ya clásica colección de historia argentina de Editorial Paidós, dirigida por Tulio Halperin Donghi, Marcos Novaro revisa lo sucedido en el país entre 1983 y 2001. La evocación de lo acontecido en los gobiernos de Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando De la Rúa permite arribar, desde la mirada del autor, a la tesis de que en esos dieciocho años la economía doblegó a la política.
Así lo señala Halperin Donghi en el prólogo de “Argentina en el fin de siglo”, título del décimo volumen de una colección que surgiera como proyecto de Editorial Eudeba en 1965, pero que quedara trunco debido a la instauración de la llamada Revolución Argentina un año después. El proyecto apuntaba a crear una versión de la historia del país realizada por los jóvenes historiadores que habían surgido en las universidades nacionales en, tal vez, uno de sus mejores momentos.
Los primeros siete tomos fueron publicados por Paidós en 1972. El octavo estuvo a cargo de Liliana de Riz, dedicado a los diez años transcurridos entre el golpe de Juan Carlos Onganía y el de Jorge Videla. El noveno incluyó el período de la última dictadura militar, y fue producido por Marcos Novaro y Vicente Palermo. Y es en la elección de estos dos autores –el primero también a cargo del libro en cuestión- donde puede encontrarse una particularidad para subrayar: Novaro y Palermo no son historiadores, aunque sí tienen vastas trayectorias en ciencias sociales.
Sin duda, su elección obedece al criterio predominante de que la Historia debe conectarse con las otras ciencias sociales para nutrirse y construir terrenos de trabajo comunes. En el ya mencionado prólogo de “Argentina en el fin de siglo”, Halperin Donghi destaca que tanto Palermo como Novaro no son historiadores; sin embargo, concluye el tal vez más reconocido historiador argentino, “lograron una admirable obra de historia”, con relación al volumen que estudia el período de 1976 a 1983.
En el tomo décimo, Novaro se detiene a analizar la preponderancia que en la década del ’90 tuvo la Ley de Convertibilidad: “…puede decirse que había llegado a ser incluso equivalente a la misma Constitución”. Y termina intentando desentrañar los reposicionamientos del peronismo, alcanzando a los primeros pasos del gobierno de Eduardo Duhalde después de la crisis de 2001.
“Argentina en el fin de siglo” constituye, además del cierre de una colección ya emblemática, un emprendimiento arriesgado debido a que la mayoría de sus lectores ha sido testigo de los períodos incluidos.
0 comentarios:
Publicar un comentario