Sorprende la llegada de un submarino

-Mario Trucco y sus Historias de Mar del Plata-

El Ciclo de Charlas denominado “Historias de Mar del Plata” -su pregunta no molesta-, a cargo del reconocido periodista Mario Trucco, continuó ayer en el Teatro Güemes, ubicado en Güemes 2955.

Por el ancho frente costero que distingue a la ciudad, han llegado sorpresas que generaron preocupaciones y temores. A mediados del siglo que se fue, en el término de solo diez años, los marplatenses vivieron experiencias hasta entonces ignoradas, nunca repetidas después.
Próximo al devastador ataque a Hiroshima- menos de un mes- la sorprendente llegada de un submarino alemán a nuestro puerto originó todo tipo de conjeturas y una movilización que conmovió al país. Un año más tarde, cientos de cetáceos cubrían las orillas de las playas céntricas en una determinación suicida tan inexplicable como la definición exacta de su especie.

Ya en la última mitad del siglo, verano del ‘54, una ola gigantesca irrumpió en la Playa Bristol provocando poco antes de mediodía, pánico y desesperación entre los bañistas que dejaban sus pertenencias a merced de las aguas, huyendo para poner distancia.

De todas formas, nada comparable a la sensación de angustia y muerte como lo vivido diecisiete meses después, cuando el cañoneo naval a puntos estratégicos de la ciudad, que puso término al movimiento que derrocó al gobierno. Por una misma vía -el mar que tanto incide en su vida- la ciudad se conmovió ante presencias inesperadas.

Son temas siempre presentes, que quienes los vivieron difunden con inevitable subjetividad.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Recuerdo la ola gigante de 1954. Tenia 13 años y me hallaba en la playa habiendo colocado mi ropa muy cerca del mar. Poco despuès de haber llegado, mirè hacia el mar dudando de si entraba en el o no cuando notè que el mar cubrìa parte de una de las escolleras de la Bristol. Preventivamente me retirè hacia el fondo de la playa y al llegar al murallòn escuchè los gritos de la gente. Me fui con un dolor de estòmago por los nervios. Luego me enterè de los detalles y me impresionò mucho saber que muchas personas fueron golpeadas contra el murallòn por la fuerza del agua especialmente en las playa Chica. Fue, segùn dicen, un tsunami, con epicentro cerca de Japòn.